Tuesday, January 03, 2006

la tentación de raparme la cabeza me acecha y la tentación de analizar el porqué de la tentación anterior (la que mataría mi yo piloso) deja de ser volo para ser facto en este momento, aunque sea un facto analítico y mental ¿por qué librarme del pelo? ¿qué ganas de ser un Mariano de medio pelo? las ganas de cambiar, la tristeza atenazada, una serie argentina en la tele que me habla de una decepeción pretérito-amoroso, y una decepción actualísima y pseudo sentimental que me habla de una serie de fracasos argentinos, de una argentinidad no geográfica sino plateada y destellante. El brillo de la derrota. La decepcionante plata. Tengo un corazón de vedette... vestido de lame argentado; tengo visceras de vicetiple venida a menos, de eterna promesa de la revista, de medallista de plata en el Paralelo paralelo a mi sueños y nunca tangente con mis tontorrones y listísimos deseos ¡Vuelve el volo, el deseo! ¡Retorna la corista platinada subidas en sus decepciones de tacón de aguja! Preparaos porque su brillo os cegará, la derrota le hace refulgir lunera. Llega Nomi vestida de Infanta con la intención de que miréis siempre hacia atrás, en la escalera descendiente... la escalera de la ruina que lleva directo al trampolín. Pero no hay piscina, tan solo el arroyo... plateado pero arroyo al fin y al cabo.
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